¿Qué no harías por tu nieta ? ¿Escribir un libro montado en un globo? Eso es fácil, con la IA y 140 eurillos escribes una historia decente, te das un rulo por los cielos de Madrid y cumples los sueños de la criatura.
Más mérito tiene que tu nieta te diga “ Abuelo, yo quiero plantar”, mires el duro parterre frente al balcón de tu casa, de una simple mirada evalúes que es casi una misión imposible, aún así miras a tu nieta respondiendo: “ ¡ vamos a tener el jardín más bonito del barrio!
Una aventura a la altura de la vuelta al mundo en ochenta días: suelo de escombros, falta de agua para regar, falta de permiso para plantar. Y no hay pelota en juego, si la hubiera, falta en ataque.
Este jardín es muy especial porque representa el amor de un abuelo a su nieta. No hay nada imposible si una niña mira a su abuelo con ojos de ilusión.
Así que Ángel acondicionó el parterre frente a su casa, plantó unas cuantas especies, construyó una valla y bautizó el jardín con el nombre de sus nietos.
A las pocas semanas un jardinero municipal se topó con Ángel y su nieta en el jardín. Le comunicó que no estaba permitido plantar en ese espacio de propiedad municipal sin permiso.
A los pocos días Ángel acudió a la Junta municipal y consiguió un permiso para plantar. A los pocos meses ya tenía un sistema para regar el jardín. Maravillosa ecotopía.